Asesoría riesgos laborales en restaurantes – ¿Qué hacer ante las vulnerabilidades?
Como dueño de un establecimiento de venta de comida, es fundamental entender tres cosas para alcanzar el éxito y la estabilidad dentro del equipo de trabajo. En primer lugar, la calidad y presentación de los platos, a fin de cuenta es ese el producto final. Por otra parte, la atención al cliente, el mejor servicio es aliado de la fidelidad y, por supuesto, evitar problemas en la cocina con los empleados, para ello se necesita una asesoría riesgos laborales en restaurantes.
Te preguntarás ¿por qué tanta importancia a la hora de evitar accidentes?, pues por mucha tecnología que exista en la actualidad, el activo más relevante de un restaurante es su recurso humano, es decir, el chef y su equipo de cocineros y ayudantes, si cualquiera de ellos sufre un accidente o no se siente seguro dentro de su ambiente de trabajo la productividad y calidad del servicio decrece.
Pero no solo se trata de mantener motivado a tus trabajadores, los beneficios también son cuantificables, recuerda que eres responsable de indemnizar los daños que sufre una persona estando bajo un contrato laboral, lo que significa un gasto de dinero elevado si la siniestralidad es muy alta, reduce el peligro y ahorra dinero.
¿Cómo actuar ante algunos siniestros?
Si bien la primera tarea es evitarlos, implementando sistemas de seguridad y procedimientos claros y precisos, no se puede estar exento de incidencias, sobre todo en un ambiente de trabajo con objetos cortantes, altas temperaturas, productos químicos, etc. Hay que saber actuar y aplicar primeros auxilios para minimizar los daños.
1.- Cortadas: lo primero es parar el sangrado y la mejor forma de hacerlo es aplicando presión en la herida, simultáneamente busca ayuda, que alguien observe la gravedad y determine la necesidad de enviarte al médico o llamar una ambulancia, una vez el nivel de sangre disminuya aplicar alcohol y desinfectar.
2.- Quemaduras: inmediatamente después de sufrirla, tienes que colocar la parte afectada bajo un chorro de agua fría, con la idea de bajar la temperatura y reducir el dolor, alguien debe buscar en el botiquín un ungüento especial y esperar la llegada de un médico o asistir al hospital para recibir las indicaciones.